El abandono significa, literalmente, quedar fuera de la banda, por fuera de la contención y cuando se trata de un equipo de running, algo que vengo estudiando desde el 2018 en sentido opuesto (los motivos por los cuales la gente nos sigue), es un fenómeno complejo que responde a múltiples factores endógenos (internos) y exógenos (externos). Desde una perspectiva endógena, los factores psicológicos son fundamentales.


La falta de motivación, la percepción de un estancamiento en el rendimiento o la fatiga mental pueden llevar a una persona a dejar de entrenar. Según Smith et al. (2022), la pérdida de interés ocurre cuando los objetivos se vuelven inalcanzables o no se ajustan a las capacidades del corredor, lo que provoca frustración y desmotivación. Esto concuerda con lo que sostuve en mi libro ¿Por qué una persona nos elige como profesores? (2021), donde menciona que «la claridad de objetivos y la motivación intrínseca son esenciales para que los alumnos encuentren sentido en lo que hacen» (p. 35).

Además, las variables exógenas juegan un papel clave. Factores como la falta de tiempo debido a responsabilidades laborales o familiares, el cambio de prioridades personales, o la percepción de falta de apoyo social por parte del grupo de running son determinantes. Johnson (2023) señala que los corredores tienden a abandonar cuando no sienten un ambiente de apoyo o cuando el grupo no responde a sus necesidades emocionales. De igual manera, Furlan (2021) explica que «un entorno que no ofrece reconocimiento o contención emocional puede resultar en un quiebre del compromiso con la actividad» (p. 68).

Las consecuencias para el corredor que abandona son significativas. Al dejar el equipo, pierde la sensación de pertenencia y la oportunidad de liberar tensiones acumuladas a través del ejercicio físico. Además, puede experimentar incrementos en el estrés o la ansiedad, dado que el running también funciona como una actividad de descarga emocional. En términos sociales, la pérdida de un espacio donde se comparten logros y fracasos genera un vacío que es difícil de reemplazar.

Desde el punto de vista del equipo, el abandono también afecta a los miembros restantes. Gómez (2022) explica que la cohesión grupal disminuye cuando uno de los integrantes deja el equipo, ya que se altera la dinámica de confianza y cooperación entre los corredores. Además, la motivación colectiva puede verse comprometida, afectando la energía y el rendimiento de todo el grupo. Furlan (2021) subraya que «cuando se rompe la unidad del grupo, los logros individuales también se ven afectados, ya que cada persona necesita de los otros para alcanzar su máximo potencial» (p. 112).

En resumen, el abandono de un equipo de running tiene causas multifactoriales que afectan tanto al individuo como al grupo, generando repercusiones psicológicas y sociales que deben ser atendidas para mejorar la experiencia deportiva y mantener la cohesión del equipo.


Referencias:

Furlan, S. (2021). ¿Por qué una persona nos elige como profesores? Ed. UMAZA.
Smith, A., et al. (2022). Motivational Decline in Amateur Athletes: A Psychological Analysis. Journal of Sports Psychology.

Johnson, L. (2023). Injury and Adherence in Group Running Programs. International Journal of Sports Medicine.
Gómez, P. (2022). Team Cohesion and the Impact of Dropouts in Running Teams. Journal of Group Dynamics.

Mag. Sergio Furlan. Mar. COPEF 328

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