Volver… retomar…el entrenamiento tras un periodo de inactividad es un proceso que debe realizarse con paciencia y planificación. Lo primero es realizar una evaluación de tu condición física actual, preferentemente con un profesional que pueda guiarte en la transición.
(”qué paja profe”… dirían mis alumnos más adolescentes, “esto me la baja”😂)
A partir de ahí, es crucial establecer objetivos claros y realistas, tanto a corto como a largo plazo, para mantener la motivación y medir el progreso.
Iniciar con entrenamientos de baja intensidad y duración es clave para que tu cuerpo vuelva a adaptarse de manera segura. Complementa con ejercicios de movilidad y flexibilidad en las primeras sesiones para preparar los músculos y las articulaciones.
A medida que te sientas más cómodo, puedes aumentar gradualmente la intensidad, el volumen y la frecuencia de tus entrenamientos, siempre respetando una progresión moderada para evitar lesiones. Fortalecer el core también es esencial para mejorar la postura y prevenir lesiones.
Es fundamental alternar días de entrenamiento con días de descanso o actividad suave, como caminatas o estiramientos, para permitir que los músculos se recuperen correctamente.
También es importante prestar atención a la alimentación y la hidratación, ya que una nutrición adecuada apoyará el rendimiento y la recuperación.
Escuchar a tu cuerpo es esencial; si experimentas fatiga excesiva o dolor, reduce la intensidad.
Además, entrenar con el apoyo de un entrenador, un compañero o un grupo puede hacer que el proceso sea más agradable y efectivo, favoreciendo la adherencia a tu nuevo plan de actividad física.
Si seguís estos consejos, podrás retomar el ejercicio de manera segura y disfrutar de los beneficios a largo plazo, y hacelo con un profesor o profesora que tenga un título formal, aléjate de los intrusos estafadores y ocupas de mi profesión 👇🏽
Mag. Sergio Furlan
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